El jamón ibérico de bellota, como buena especialidad gourmet que es, merece ser acompañado con bebidas adecuadas para que su sabor sea apreciado al máximo. Ante esta evidencia, son muchos los expertos en maridaje que hoy recomiendan cierto tipo de bebidas para acompañar este exquisito manjar. Pero, ¿qué es el maridaje? ¿Qué se recomienda para acompañar el jamón ibérico de bellota? Las respuestas a continuación.
Jamón ibérico de bellota y maridaje
Según la definición ofrecida por la RAE, la palabra maridaje se refiere a la unión o analogía entre cosas que se enlazan o se corresponden entre sí. Otros muchos aficionados y expertos catadores prefieren utilizar el término “armonía”, aunque, de una forma u otra, ambos hablan de lo mismo. En el caso del jamón ibérico de bellota, la arraigada tradición vinícola en España convierte al vino en el pretendiente ideal para su acompañamiento. Por eso, es muy importante prestar atención a la figura del sumiller, ese especialista que en los restaurantes nos recomienda el mejor vino para acompañar cada plato.
El del sumiller es un oficio que requiere ciertas dosis de ciencia y arte a partes iguales para conseguir las mejores combinaciones. Una elección que tiene en cuenta las propiedades organolépticas de los alimentos, como el sabor, el aroma y la textura, y la reacción al mezclarlos con diferentes bebidas. El especialista sabe cuáles son esas propiedades y elige la mejor opción para que la experiencia gustativa sea lo más intensa y novedosa posible. El jamón ibérico de bellota, por su alto valor gastronómico, no es una excepción, y hay ciertas reglas generales que se aplican para elegir la pareja perfecta.
Las reglas del maridaje
El arte del maridaje en España tiene en cuenta la larga tradición en la que jamón ibérico de bellota y vino tinto han ido de la mano durante siglos. Pero los nuevos conocimientos científicos nos permiten ir más allá de la costumbre y abordar la cuestión desde otra óptica. Según la clasificación más ampliamente aceptada en el mundillo gastronómico, existen nueve tipos de vino con características bien definidas: dulces, tintos de reserva y gran reserva, tintos de crianza, tintos jóvenes, rosados, secos de madera, secos naturales, espumosos y generosos.
Después de la organización, durante muchos años, de concursos de cata y maridaje para ambos productos, se ha llegado a varias conclusiones, entre la que se destaca la afirmación de que el jamón ibérico de bellota se combina excelentemente con muchos tipos de vinos distintos, dando resultados diferentes pero siempre interesantes. Como regla general, se acepta que todos los alimentos salados combinan bien con diferentes bebidas alcohólicas frescas, como vinos fríos y cervezas, aunque también con otras con más cuerpo que, por sus características, casan bien con el jamón.
Los compañeros ideales del jamón ibérico de bellota
Hace muchos años se creía que beber vino dulce con jamón ibérico de bellota era muy saludable, por lo que era aceptada como combinación ideal. Desde el punto de vista de las experiencias gustativas, hoy se afirma que esta es una de las peores combinaciones posibles, ya que el alto contenido de azúcar de estos vinos hace que esté invada el sabor del jamón, relegándolo a un papel secundario.
Sobre los vinos jóvenes hay dos posibilidades. Por un lado están los vinos jóvenes pero pesados, con cuerpo, poco recomendables porque suelen enmascarar el sabor del jamón. Por su lado están los vinos jóvenes, más ligeros y que experimentan una recíproca atracción con el jamón ibérico de bellota, ya que se combinan a la perfección el frescor de uno con el intenso sabor del otro. Algo que no sucede con vinos también ligeros como los blancos jóvenes, que se ven abrumados por la intensidad del jamón. Los vinos tintos de reserva, a pesar de la gran personalidad que presentan, son excelentes acompañantes del jamón ibérico, pues hablamos de la combinación de dos gigantes del sabor y el aroma, dos productos de la más alta calidad que saben armonizar, dejándose lugar entre ellos para expresar al máximo sus cualidades.
Sobre los vinos espumosos hay que diferenciar entre los dulces, muy inestables y azucarados, por lo que no son un buen acompañante, y los más secos o viejos, como el champany o el cava (ya sean brut-nature o sec), que realzan el sabor del jamón ibérico dejándolo expresarse en su plenitud. Nos quedan los vinos generosos, entre los que destacan el fino y el manzanilla, según muchos, el compañero ideal del jamón ibérico, por su carácter penetrante que permite realzar el sabor del jamón y hacerlo más duradero en el paladar.
Por último, muchos aseguran que las cervezas son acompañantes ideales, ya que su amargor combina a la perfección con la sensación de intensidad producida por la grasa del jamón, sumándose así, al cava, a los vinos generosos, a los vinos jóvenes ligeros y a los grandes vinos reserva en este top cinco de compañeros ideales del jamón ibérico de bellota.